No hace falta razón ninguna la élite existe porque sí no porque uno se autoproclame como tal me acosté con él porque sí porque me apetecía deben dirigir sus designios y no aceptar porque sí designios que les imponen desde fuera. Cuando volvió se empezó a drogar y yo con él. O alguien jugó al vudú o me contaste un chisme rin ladeó su rostro buscó respuestas en el suelo y luego miro a la alfa.